lunes, 26 de octubre de 2009

El síndrome de stockolmo

Creo que se llama así, es cuando un secuestrado luego de determinado tiempo empieza a sentir empatía por el secuestrador y su causa, llegando a justificarlo.
Anoche me dí cuenta que vivo en Suecia.
Y que estoy rodeado de "estocolmonenses" (si ese es el gentilicio).
Pienso que los veite años que han pasado desde el voto verde nos han hecho padecer ese síndrome como nación. Nación como el conjunto de individuos nucleados cultural e históricamente.
Convivimos 20 años con torturadores, secuestradores, violadores, ladrones, asesinos, en fin, con gente mala. Perversa y cruel. los naturalizamos y los aceptamos como miembros de la "nación", los incluímos.
Hay gente que los condena, pero al viento, pues muchos de ellos son fugaces y confusas construcciones de personalidad, pues no los conocemos, sabemos que están, pero no sabemos dónde, así que hasta esa condena es simbólica. Nadie en mi país, "la Suecia de américa" es más libre que ellos; NADIE.
Hoy estarán sonrientes, se sentirán felices. Eso es justo, hoy. Pues han vuelto a ganar, una ves más, y van incontables veces.
Y hay gente triste, que lloró. Anoche y hoy. No es justo.
No nos merecemos llorar, sólo apretar los dientes. mirar para adelante y saber, que nosotros no vivimos en estocolmo, que somos uruguayos y nos avergonzamos como tales de la cobardía y la indignidad de otros uruguayos.
Porque 20 años después, no podemos hablar de miedo.
Sólo debemos hablar de cómplices